Bond a lo Terminator
Ayer vi Quantum of Solace (o solo Quantum como la llamaron en Latinoamerica). Primero que nada quisiera decir que tenía mucha expectativa para ver la película. Casino Royale, la primera con Daniel Craig fue una película excelente que realmente revivió la serie (después de la regular Die Another Day). Ayer cuando ví Quantum pude revivir parte del sentimiento que deja Casino Royale,… pero no llegó a igualarle.
Esta película comienza justo donde termina la primera, con un Bond molesto y vengativo que quiere buscar al asesino de Vesper. Esta venganza lo lleva a muchos lugares y a muchas escenas de acción realmente explosivas y muy bien logradas. En este sentido la película parece casi un comercial de TV de alto presupuesto, donde las tomas parecen estudiadas cada una para lograr un efecto «wow» en el expectador.
Por otro lado, y en lo que quisiera centrar este comentario, es que en esta película vemos a un Bond que parece una máquina,.. A momentos parece tener sentimientos, pero estos parecieran estar demasiado inmersos dentro de la carcasa dura e inperturbable del personaje, y no logran conectar con la audiencia. Este Bond interno es lo que se ha perdido en esta secuela, por eso el nombre de este post: Bond a lo Terminator.
Igualmente los invito a ver la peli, que si bien no es la mejor Bond, pudiera rankear entre las Top10 de Bond. En especial me gustó la escena cuando Dominic Greene huye del edificio en llamas (wow! – el mismo wow del carro escapando en Children of Men – you know what i am talking about)
Por GABONDONELMONDO
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Si bien Bond está pasando por una transición a la era moderna, es importante que la esencia del personaje no se pierda con el paso del tiempo. La personalidad Bond es lo que vende, más allá de los efectos especiales. Pero, la ‘carcasa’ GI Joe satisface los ideales del ‘super hombre occidental’, y contradice la esencia del clásico Bond.
Creo que en la mayoría de las películas Bond este personaje no demuestra sentimientos, GABONDONELMONDO.
James Bond no es reconocido por su peculiar profundidad, y sin embargo, lo que verdaderamente perturba es que su ‘carcasa’ obstruye sus encantos.
El caballero inglés perdió el glamour. He ahí el fracaso de Quantium-